EL POST PARTIDO DE SERDRËS LUZZEDO

El estadio rugía ante los colores rojigualdos y el "azzurro" italiano. En el palco italiano, presidido todo ello por un Benito de armani impoluto, flanqueado por su inseparable colega de vinos y paninis, "Il cavaliere" y al otro lado, como los dos ladrones de las cruces, el asesino de Pasolini, coreando el himno italiano romanamente saludando. Los emocionados jugadores italianos saltaron al terreno de juego con ganas de devorar la locomotora roja, incombustible gracias al dinero que todos sus sufridores paisanos subvencionan con el poco dinero que recudan. Pero matizaciones aparte, cuando los capitanes saludaban se volvía a rediseñar la Rendición de Breda, la ciudad de Roma volvía a arder y la Cibeles susurraba, celosa, desde Madrid.

El Generalísimo y sus hijos, Felipe y Letizia, desde el palco español entonaban el himno español, equivocado a veces con partes de otros antiguos himnos imperiales, y como acto simbólico se liberaron media docenas de águilas al caluroso cielo polaco en un Domingo lleno de buen fútbol y mejores hostias en las espinillas.

El líder del partido: Di Natale. Ésto costará las críticas hispanas pero los habitantes del Latium estuvieron superiores en jugadas sobre todo durante la primera parte aunque en los últimos minutos de la segunda el flautista de Hamelin patrocinó varias de las jugadas de la loca roja. Xavi e Iniesta como siempre pulcrísimos, pena que uno de ellos ni siquiera hable la lengua de cervantes en su cotidianeidad.

Lo mejor del partido: Felipe de Bobón autoflagelándose con un periódico enrollado presa de la euforia y su sufridora mujer sufriendo en silencio cada uno de las sufridas acciones italianas.

Lo peor del partido: La propaganda sectaria y profundamente imperial por parte de Telecinco NO-DO Studios Products.

Ésto fue una crónica de Serdrës di Luzzedo (Pietralata, Roma, 11 Giugno. "Meteos al barrio si teneis coglioni")