Bucea por KukupaPunda Productions

lunes, 17 de junio de 2013

Romancero payo

Ruta de hediondos páramos fruto de noches perdidas
Muchas madrugadas soñé yo con probar tu medicina
A cada traspié que daba derrochaba vitamina
La calavera salía a flote, se consumía, rebelde, la vida.

Cuando el aliento desfallecía, reponía colirio de oxígeno.
Si se me atragantaba la espera, reclamaba la dosis.
Dosis de canibalismo vital, caso de envenenado epíteto
Luego volvía a calmar mi sed en el lago,ese agua de cirrosis














Y cuando bajaban a darme el aviso, sonreía, yo,  desafiante
Nunca creí que lo tóxico fuera algo perjudicial, sino natural
Más me consideraron por ésto un muchacho extravagante
¿Acaso no es dulce esa botella con su cuerpo virginal?

Pero se cerraban las barreras de éste nefasto paso a nivel
El tren quería descarrilar, más antes habíamos de bajar
El miedo era a sentir el severo golpe, desangrándose de miel
Una vez todo en su balda, dejaba reposar,pies desnudos, en el mar

Y al borde del abismo, entre bajones y excéntricos viajes astrales
íbamos tú y yo, desnudos, pisando los umbrales, escupiendo
Y mordiéndo esa fruta amarga del destino, regalando besos carnales
Recogiéndo después nuestros cuerpos, queriéndonos...
... Superábamos todos nuestros males.

Bella flor atrapada en la miseria de unas mediocres aguas
aún no has probado tu suerte y ya vives emocionada
no te golpeó el destino ni te levantaron las enaguas
me has lanzado miradas furtivas ésta tarde en el mercado

Proporcionada escultura de desmesurado cabello
con el peine te lo arreglas, con los dedos ya lo siento
la ráfaga te lo enreda, te tornas salvaje fiera
con un beso disminuye el violento palpitar del viento.

Cara celeste la que muestras tras la pálida ventana,
si un opaco rayo de luz se filtrara, se disiparía tu rostro
y busco entre las cañaveras tus luceros de manzana
que si los encuentro esta noche auyentaría mis monstruos.

Te has ido, has venido y has vuelto...y no te encuentras
dejaste tus pies en la cima, de corazón y cabeza
tan vencido de latir como de tu rostro dar vueltas
tan aprisa recorriste la senda, que olvidaste la noción.

Amaneció en el momento del beso, el beso del amanecer
cuando sin querer una lágrima rodaba veloz por tus comisuras
tanto que perdióse el rumbo... o bien vencer o bien perder.
Gané el sabor de tus labios, gané tu eterna hermosura.















Acabé éstos versos cuando recordé el sabor de tu lengua
tan cristalina, tan pura y dulce como primera cosecha
cuando la salvia se torna azúcar, como del verde a la yegua
porque nunca he querido así, desde nuestra noche hueca.

Mi sombra en pena, adviento perpetuo
si un corazón presagia dolor, los sueños se tiñen de un rojo azul
mientras perforan mi celda al sur.
Mi dolor enciende tu sangre, domina mi sueño
acordes que arrancan las notas de tu piel liviana
en un latido de manos que advierten calma, y sin embargo...
...disparan estrellas.

Porque hendida ya la brecha, ¡Qué importará ya el hastío!
sin el camino tu marabunta has tejido.
Entro en trance, juego con tu sinrazón, puñal blandido
un coche de falacias se aproxima en los caminos.
Humo de mercurio, contamina mi candor,
que la pálida dama viste mantilla en Domingos
y el hilo de sangre en la barandilla atravesó el puente...
...cuando apretó el calor.

Beso, peso muerto, valiente pelele
carajillo en celo, los celos de las diez, tu tez de cielo.
He alquilado tu almohada, llorado dramas, ya son las tres
tu sedativa boca dejo que me desvele.
Tus ojos son dos cogollos, ritmo perverso
musas visitan burdeles, pide tres copas,
viajan vagando por las cantinas de la vieja Europa
entre copita y derrota, vomitando tus versos...
...añorando tus huesos.

Donas sangre a un calendario infecto de viajar
robas el agua a los lagos y tascas para tus vicios,
conectas culturas y amenazas al viento con ripios
prefiero melenas a las banderas, al hondear.
Sudor de paisaje, autonómica autodestrucción,
que en la degradación rubórica de tus senos
no hallé mejores veranos ni en el hermético averno
y parece ser que, al fin, en el tiempo, derivó en piedra.

Azarosa y soberbia se alza en tu alféizar
la irónica, simbólica parienta lejana del santo espíritu
que gusta de seducir a los varones con ímpetu
recorriendo callejones cual ramera perversa.
Mucho gusto el conocerte, negra oveja de María
que, sin yo antojo de que fueras mía
has entrado esta noche en la cocina, cociendo besos
y quien el último ría será tu amante confeso.

No has preguntado si podías entrar y has venido.
Tampoco yo era consciente, estaba entretenido
y llegas con tus cantos y aleteos de mirlo
y tejiendo con ramajes las franjas de tu destino.
Pozo del deseo, pútrido e incestuoso,
hiedra rebelde, la flor del comino nació ayer
y cuando quiero que la riegues con tu piel
revuelves la ansiedad dejándome hecho posos.

Carros, yugos y un rebaño de naufragios
calados ya los huesos tus piernas gritan
y, tus manos, como garfios, ya no son de color brisa
el tizón, negro carbón, al cuello el escapulario.
La campa anuncia la hora del sollozo
en la que no hay cautela ni venganza
sólo pobreza en alza
y el exilio de los mozos.













Humo en suspensión, ciudad en llamas.
Un calor que ahoga cañones y tuberías
maquillando las calles con melodías
y el frío, más crudo, de turismo en mi cama.
Las venas sangran penurias, festival de lágrimas
boletos de vorágine estival,
los ojos que se drogan al soñar
y el pasillo de mi alma luce de ánimas.

Mente lasciva, derrota herida
color de tu ojo izquierdo, un beso eterno.
Que no quiero flores en mi entierro
que sólo quiero tu boca en vida.
La ventana de tu alma tiene barrotes de oro
y yo me cuelgo de ellos, quedando inmerso
muere el mal fario, si en ti estoy preso
el sueño intenso, tu voz en coros.

La locura está servida, escriban mi testamento,
ya me hice un juramento: escalar en las tormentas
palpar los mares, enmarcar los vientos
inflamar tu ego o tejer tus sueños con mis dedos.
Ahora, frente al papel, todo parece marejada
pero en el clima de sus dientes no hay tregua definida
sólo el elixir para mantener mi niñez con vida
aunque yo jamás creí en los cuentos de hadas.

Ni escribo por gusto, ni me gustas por lujo
mi influjo es el verso, a merced, de la embriaguez,
coronar el folio de anónimos litros de sed
y aunque la tinta trabaje, sólo tú tienes el truco.
No te conocía pero ese gen corría en mis letras.
No es fácil esquivar la bala, mucho menos tu mirada,
en cuanto a tus ojos...me llevo uno de cada
luego te vas de la cama y el mundo frío, cual piedra.

Las tres y media, sal corriendo, la tarde espera
zapatilla al freno, las calles doradas al sol
y amenazando el ocaso, como una nube de alcohol
dejando el humo a su paso, con sus rugidos de fiera.
Las horas pasan y todas las tardes, el mismo error,
presa de tu calor, de tu indómita alma errante
caminando entre barbaries con el paso vacilante
y en la cama, como en el cielo, el perfecto sabor.













No invierto en causas perdidas, tampoco en quimeras
prefiero gastar fortunas en una finca en la luna
o arrendar tu corazón a plazos, arropado en mi tortura
vivir el remordimiento de salir de tus esferas.
Prefiero soñar viviendo que vivir durmiendo
o dormir contigo soñando que vivo en un sueño
o enlazar noches y días, volver a ser pequeño
ilusionarme cual niño que amanece riendo.

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