(a)PROBAR

Sucede en libreros que mientras estudio
me pierdo por los largos renglones de tu cabello,
y de rato en rato intento colarme en tus apuntes
y ser ese tema que sabes que te caerá en el examen.

Molaría suspender los trabajos
y convertirme en tu asignatura pendiente,
de temario nervioso y estudio de noche,
recuperación de los días en que no te había visto.

Me pasa mientras leo a Simmel o Schütz,
que suelo distraerme con las materias
que me sugieren tus manos
y los apuntes que imagino en tu cuerpo.

Imagino que soy yo tu examen
y que acudes a la revisión de la nota,
que te pillo copiando en todas las mesas
en las que desparramo las páginas
que me voy aprendiendo,
mientras leo los temas que tienen tus labios.

Me voy de la biblioteca
y salgo con la sensación de sabérmelo,
de que no me hace falta repasar más teorías
y que ahora lo que toca es la práctica.

Cuando acabo por hoy estoy seguro
de que preguntes lo que preguntes
no tendrás más remedio que (a)probarme el examen.

fdo: ANGIO