QUE SE JODAN

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Si no hay más remedio, don Mariano,
el ciclópeo IVA acataremos
como animal de compañía
y torniquete ya tardío de esta hemorragia
provocada por zoquetes
y poceros y voceros de otros bobos
que ahora aplauden
                                   -¡Que se jodan!-
lo que antes solo una moción se merecía.

Un puñado de votos, don Mariano,
y como ruín y triste percebeiro
te creíste Procérbeiro
ofreciendo mal y circo pésimo
y pan de molde a la europea,
que en castellano antiguo viene siendo
soga, despidos y recetas ineficaces
por no decir hijaputaces,
muestras todas de la negligencia y la complacencia
que otorga aquella
                                  -¡Que se jodan!-
su poltrona, en donde se vive bien a gusto
y donde españa siempre gana la eurocopa.

Se te echan a la calle, don Mariano,
todo aquel que en la calle
de patitas se ha quedado
obra y gracia de su estúpido proyecto
de rescates financieros
siempre a costa de nosotros,
los de entonces, don Mariano,
que ya no somos los mismos.
Si calle ofreces y no tus pazos,
en poco plazo nuestras plazas
serán lugar donde quedarnos
y hacer hijos todos
de la necedad y del cinismo
de vuesas-zorras-mercedes
y follando
                  -¡Que se jodan!-
vuestros culos bien peinados
con piquetes de mineros estudiosos
de los libros de los maestros que han sabido
de los médicos la mejor manera de joderos.

Para poner el guindos, don Mariano
 a todo el pastelazo,
si no hay más agarres que a la esperanza
de mirar por la ventana
y no poder ni wert,
te heredaste la venia excusatoria
y en ella te cobijas.
Recogiste tú el calzado
de un mongol Manolo Blahnik
y con ello te cojiste y te hiciste un delantal.
La viera que comieras
aliñástela con un poco de fuel
aquel del chapapote,
tan negro y tan opaco como la españa del tío paco,
que es recuerdo
                             -¡Que se jodan!-
y que puede ser deLorean, porque tú lo vales,
que nos lleve de regreso
a aquello que tal vez tú tanto quieres.

Bien nos pones, don Mariano,
rebankiados y en pelotas
bien al gusto de la troika,
sin un pobre cartón
de meiras en que sentarnos.
Zeus ya había probado los rayos en sus carnes,
y dijiste que ese griego
hacia aquí no se vendría,
tú que sientes, por lo visto,
excitación en tu trasero.
Mal rianxeiro, don Mariano, mal rianxeiro,
mal cabrón parido a pedo
en unas votaciones apoplégicas y rácanas
ganadas
                -¡Que se jodan!-
porque no había quien quisiese
comerse esta queimada que tenemos preparada.

Haberlas háylas, don Mariano,
rajo hoy para cortar mañana,
y con todo el hule que recaudo recalifico
de nuevo la promesa que hice antes
de recuperar lo que perdimos.
Cual cutre draconeiro neo-mercantilista
te entrometes y te quitas la careta de centrista.
A mandoble convergedor recortas derechos
y nos dices
                     -¡Que se jodan!-
que no tenemos elección de decidir.
Ya tu shabesh, don Mariano,
que peladas nuestras barbas,
hemos puesto las tuyas a remojar.
Mal haremos, don Mariano,
si dejamos que te mueras
solamente por la edad.

FDO: ANGIO