Bucea por KukupaPunda Productions

miércoles, 1 de agosto de 2012

A buenas horas, mangas verdes no compran deuda.


Bonito poema que dedica un inversor, interventor o prócer cualquiera al gobierno español:


"No recordé la hora. Olvidé la cita.
Perdona, no me creí que fuese cierto.

Y mira que si olvidé mi teléfono en aquella servilleta
escrito siendo el último alma cuando me invitabas a salir,
fue por comprobar si el subterfugio que buscaba mi olvido
se convertía en encuentro que recordar.

Pero no recordé la hora. Ya ves, olvidé la cita.
Nunca creí que marcarías mi número.

Y mira que una semana entera pasé esperando
un tímido toque, buscándote por el whatsapp,
más resignándome a ilusión no ganada
que ilusionándome con cualquier ganancia.

Y mira tú por donde que no recuerdo la hora, que olvido la cita.
Te prometo que un día antes todavía te esperaba.

Y cuando llamaste y dijiste: "soy la chica del bar, ¿me recuerdas?",
casi olvido recordar donde voy olvidando mis futuros recuerdos,
y casi no caigo en la cuenta que eras tú, mi esperanza anterior,
la de hace unos días, tal vez capricho lacónico o luenga compañía.

¿Quién sabe?

Suelo no recordar las horas y soy muy tendente al olvido de citas.
Y a no esperar más de lo que no haría que esperasen por mí.

Del mismo modo que olvidé mi teléfono
escribiendo en la servilleta, pero en viceversa,
así recordé yo el encuentro de aquel día,
cuando me llamaste de nuevo y ya memoria no había.

Porque algunas veces no recuerdo las horas
y en ocasiones también olvido las citas."


Fdo: ANGIO

No hay comentarios:

Publicar un comentario