Bucea por KukupaPunda Productions

viernes, 3 de agosto de 2012

Certamen de poesía y prosa Serdrës di Robbedoglio Mateotti.



VAIVÉN
Ruta de hediondos páramos fruto de noches perdidas
Muchas madrugadas soñé yo con beber tu medicina
A cada traspié que daba iba derrochando vitamina
La calavera salía a flote, se consumía, rebelde, la vida

Cuando el aliento desfallecía, reponía colirio de oxígeno
Si se me atragantaba la espera me inyectaba una dosis
Dosis de canibalismo vital, dosis de envenenado epíteto
Luego volvía a calmar mi sed en el lago,ese agua de cirrosis

Y cuando bajaban a darme el aviso, yo sonreía desafiante
Nunca creí que lo tóxico fuera algo perjudicial, sino natural
Más me consideraron por ésto un muchacho extravagante
¿Acaso no es dulce esa botella con su cuerpo virginal?

Pero se cerraban las barreras de éste nefasto paso a nivel
El tren quería descarrilar, más antes habíamos de bajar
El miedo era a sentir el severo golpe, desangrándose de miel
Una vez todo en su balda, dejaba reposar,pies desnudos, en el mar

Y al borde del abismo, entre bajones y excéntricos viajes astrales
íbamos tú y yo, desnudos, pisando los umbrales, escupiendo
Y mordiéndo esa fruta amarga del destino, regalando besos carnales
Recogiéndo después nuestros cuerpos, queriéndonos...
... Superábamos todos nuestros males.















VERSOS PARA UNA NOCHE HUECA


Bella flor atrapada en la miseria de unas mediocres aguas
aún no has probado tu suerte y ya vives emocionado
no te golpeó el destino ni te levantaron las enaguas
me has lanzado miradas furtivas ésta tarde en el mercado

Proporcionada escultura de desmesurada cabellera
con el peine te la arreglas, con los dedos yo la siento
la ráfaga te la he enreda, te tornas salvaje fiera
con un beso disminuye el violento palpitar del viento

Cara celeste la que muestras tras la pálida ventana
si un opaco rayo de luz se filtrara, se disiparía tu rostro
y busco entre las cañaveras tus luceros de manzana
que si los encuentro esta noche auyentaría mis monstruos

Te has ido, has venido y has vuelto...y no te encuentras
dejaste tus pies en la cima, tu cabeza en mi corazón
tan podrido de latir como de tu rostro dar vueltas
tan aprisa recorriste la senda, que olvidaste la noción

Amaneció en el momento del beso, el beso del amanecer
al amanecer una lágrima rodaba veloz por tus comisuras
tanto que perdióse el rumbo... o bien vencer o bien perder
Gané el sabor de tus labios, gané tu eterna hermosura


Acabé éstos versos cuando recordé el sabor de tu lengua
tan cristalina, tan pura y dulce como la primera cosecha
cuando la salvia se torna azúcar, como el verde a la yegua
porque nunca he querido así, desde nuestra noche hueca 




































GRITO EN LA NOCHE

Y cada medianoche se acerca al balcón, se enciende un "Ducados" y casi no le da tiempo a dar ni dos caladas pues se enfrasca en un desesperante bucle de oscuras reflexiones que culminan con un ahogado grito que los vecinos y los árboles sufren.
Sus propios oídos quedan ensordecidos por un grito que nace de unas atormentadas entrañas. Con una potencia de macabros altavoces que se amplifican con el desconcierto de la neurosis.
Después, albornoz en mano, se obsequia con una tranquilizante ducha de agua tibia. Muchos han sido los vecinos que han blasfemado al compás del escándaloso agua de la madrugada. Cuando corre la mampara una densa nube de misterioso vaho inunda las paredes de un baño que suda lágrimas de asfixia.
Y si, supuestamente pacificado, se tumba en su esponjoso lecho de amables sábanas y comienza alguna lectura enseguida arranca las hojas y se siente de nuevo apretado entre los dedos de un poderoso vacío.
Frío, tembloroso y extraño se acurruca contra las húmedas paredes donde deja hundir su cráneo como intentando abrirle en canal. Los alaridos... siniestramente inexplicables.
Luces que se encienden, vecinos en vela, una noche más se repite la misma ópera de inalcanzables notas agudas fruto del pentagrama de la angustia.
Bandadas de psicólogos invaden el edificio. Rebaños de enérgicos chicos con camillas. Sirenas que estremecen un silencio al que sudor le había costado asumir el poder, vecinas cuchicheando en el rellano de la escalera.
Ésta es otra noche, y mañana es Jueves. 
Atado y con camisa de fuerza se le vuelve a ver luchando con esa camisa de fuerza que le apresa cuerpo y alma, manchada de sangre, nadando en dudas. Lo ha vuelto a hacer. Y mañana, tras el grito, ésta función volverá a comenzar, al menos hasta que ésta obra esté en cartelera. 








TEDDY DUCHAMP

Lo último que se supo de él es que estaba haciendo arreglos por toda la comarca de Castle Rock y otros condados de Oregón. Alguien me comentó que se había operado de la miopía y apenas parecía él sin aquellas tremendas gafas de pasta negras que más de un disgusto le habían costado a su madre en sus extravagantes andanzas...bueno, más que a su madre a su cartera. Dicen que no ha cambiado. Sigue igual de excéntrico que siempre. Espero que se le haya quitado esa extraña manía de esquivar trenes. En el bar cuchicheaban el otro día dos paisanos que al parecer se intentó someter a una operación estética para arreglarse su singular oreja calcinada. El mismo que se la fundió contra el hornillo de la cocina, su padre, nos dejó hace menos de dos años, al parecer por un exceso de medicación en el centro psiquiátrico en el que llevaba interno cerca ya de tres décadas. Duchamp...ojalá hubiera heredado un ápice de la inteligencia que guardaban sus antepasados franceses. Siempre le preocuparon los estúpidos programas de la telebasura local a los buenos padres de la literatura de su patria, yo que se...Poe, por ejemplo. No se casó. La última vez que lo vi acercándose a una chica terminaron por venir a la discoteca los bomberos: "Tenía frío" -alegaba el irreverente Teddy. Pero, Teddy, Santo Dios...¿No se te ocurrió nada mejor que prenderla el pelo con un mechero? Se ve que heredó la cuestionable cordura de su señor padre, que en paz descanse. Aficionado a la cerveza de lata del supermercado de la esquina, a los domingos de béisbol en el bar de abajo y a las barbacos donde podía lucirse con un amplio abanico de casposos chistes nacidos de los más arduos días de trabajo en su empresa de construcción. Bueno, no su empresa, sino para la que trabajaba y le despidió por falta de seriedad. Sí, eso es lo que siempre ha caracterizado a nuestro jocoso protagonista: La falta de seriedad. Ya de niño apuntaba maneras para ser el clown en millas a la redonda. No se paró a pensar que Vern, Chris y Gordie, sus amigos, se reían de él y no con él, pero es que...Teddy...todo hay que decirlo, tenías ideas de bombero torero. Maestro de la ahogadilla, de la socarronería, del abuso a los más bajitos y gorditos que él, perfecto cantamañanas con tintes de neurótico. Todos los que le hemos conocido llegamos a esa conclusión. Pero todo hay que decirlo, Duchamp tenía buen fondo, de ahora no puedo hablar puesto que hace años que no cruzo palabra con él. Aunque a veces le costase exteriorizar tenía un marcado valor de la amistad aunque se viese siempre nublado por pamplinas y collejas. La última vez que hablé con él me comentó que le había frustrado muchísimo que no le dejasen ingresar en su soñado ejército. Él que soñaba con desembarcos de Normandía, con sangrientas revoluciones, él que decoraba sus días con sombras de imperios...Pero bueno, es lo que ocurre cuando estás tuerto de un tímpano y tienes la vista para el arrastre.
Ahora mismo me acaban de envíar un sms con su correo electrónico, la verdad que es algo que me hace mucha ilusión. Voy a convocar una cena de antiguos compañeros de instituto y espero que el locuelo Teddy aparezca con su habitual hawaiiana o con su chaqueta militar y continúe mareándonos la razón con falsas historias de periplos y patrióticas batallas imaginarias.
Hay que ver como es éste Teddy... 





FDO: SERDRËS

No hay comentarios:

Publicar un comentario