La jerarquía de la regla.

Me he levantado y no estaba el plato como cada mañana encima de la mesa de mi despacho que, para colmo, tenía una mancha de café del día anterior que aquél que la debería de haber limpiado fue tan sumamente incompetente de no limpiarla. Me pongo muy nervioso ya desde primera hora de la mañana si no veo lo primero que tengo que ver, que es mi plato blanco mediano dando cobijo a un flamante croissant ligeramente tostado y junto a él perfectamente alineados su correspondiente tenedor y cuchillo, que sean de la misma cubertería, no me gustaría estar comiendo con diferentes tipos de metales. Pues bien, me he levantado...me he levantado y ni hallé plato, ni hallé una humeante taza de café solo con dos de azúcar que es lo que se sabe que por ley tomo día tras día. Y sí...me he levantado y no he visto el panorama que tendria que haber visto un Miércoles a las ocho menos tres minutos cuarenta y cinco segundos de la mañana. No estaba mi desayuno en mi jodida mesa del despacho, que además, ¡Además! la puerta estaba entreabierta ¡Entreabierta! ¡Cuando a mi me gusta que esté siempre perfectamente cerrada! He podido calcular al menos cinco centímetros de espacio entre el marco y la puerta. Eso ya empezó por irritarme, pero más gracioso fue aún cuando me encontré con mi inexistente desayuno y la mancha de café del día anterior ¿Habráse visto? ¡Del día anterior! Yo con un gota de café del día anterior ni seme pasa por la cabeza sentarme frente a esa mesa ¿Y si pongo un papel y se mancha? ¿Pero qué incompetencia es esta? ¿Estamos todos locos o qué?
El desayuno entró por la puerta de mi despacho a las 8:03 minutos, cuando por lo menos debería de haber estado allí hacía como seis minutos, detrás de él mi incompetente chacha de mierda, esa mujer que además de cobrar no hace las cosas tal y como se la piden ¿Es acaso tan dificil cumplir un horario y limpiar hasta la última mota de polvo de mi despacho? ¡Se quejará! ¡Si yo apenas mancho para no dar trabajo! Porque a mi ante todo me gusta el orden, y cuando alguie quiebra ese equilibrio y esa armonía se está metiendo directamente conmigo, está quebrando mi tranquilidad. Eso es lo que ha hecho esta inútil, joderme la mañana, ¡Dejarme mi jodida puerta entreabierta! ¡No servirme el desayuno a la puta hora que se la dice que está servido! ¡Y para colmo...y lo que más me ha irritado esa mancha de café del día anterior encima de la que debería ser mi pulcra mesa! Y no he querido buscar más fallos, porque estoy seguro de que hay un papel en mi escritorio que dejé en la margen superior izquierda de mi mesa, y estaba ligeramente separado de la margen, pero bueno...
Esta vez lo único que he hecho es despedirla, porque soy un tío con corazón, la próxima vez la mato.

FDO: SERDRËS