Bucea por KukupaPunda Productions

miércoles, 6 de febrero de 2013

ANGIO. Qué Coño?!?! Cap.III

Os prometo que iba a hacer un montaje,
pero es que no se me ocurre nada...


Qué coño!?!?

Yo quizá entiendo poco de política, de comunicación, de democracia, de transparencia, de conferencias de prensa, de responder ante el "pueblo soberano" siendo un cargo público de tanta relevancia como lo debe ser el de Presidente del Gobierno, así, con mayúsculas. Yo tal vez no entienda un pijo qué es legislar, o qué demonios es ese ente magnífico llamado "gestión pública", o cómo carajo se realiza la ardua labor del "mantenimiento del orden". 

Tampoco tengo mucha experiencia (ninguna, a decir verdad) en elaborar presupuestos generales, en confeccionar plenos o en dar ruedas de prensa

Yo solo soy uno más de esa "masa social" o "masa votante" que ingenuamente, quizá, pensó una vez en que podría, de algún modo, ser partícipe de este juego llamado Democracia (si Pericles levantara la testa...), y sentirme identificado con sus dogmas, con sus reglas, con sus dimes y diretes, porque en cualquier juego haberlos haylos

Nos distéis un voto y nos dejastéis jugar. No más. Buen cuidado habéis tenido de no darnos las herramientas legales necesarias para participar. 

Nos distéis un juego, y os quedásteis con las cartas. Bonito reparto, maeses, bonito y arbitrario a más no poder.

Qué coño?!?! 

Señor Rajoy, tengo que levantarme y aplaudir ante su última comparecencia pública para dar explicaciones sobre un asunto que huele a alcantarilla, a sucio, a mierda, a una sórdida coalición de intereses impregnados de sobres, de dinero PÚBLICO, de dinero NUESTRO, ante un asunto en el que se habla de ROBO, de HURTO... en fin, señor Rajoy, usted mejor que yo conocerá la retahíla de sinónimos que podemos escribir y que riman (por lo menos en significado), con el verbo ROBAR. Verbo que proviene del visigodo RAUBEN, que significaba BOTÍN (¿casualidad?) robado a los enemigos.

Pero como decía solo me queda aplaudir su descaro, rendirme a sus huevos, duros, colosales cual caballo de un egregio personaje llamado Espartero, cuadrados como una pantalla de plasma de 57 pulgadas. De veras que no sé si tomarme su rueda de prensa televisada como una descarada gamberrada de un chaval quinceañero impertinente pero inocente, o como la burla grotesca de un prócer descarado, desaprensivo, caradura, cínico e insolente. De veras, ha conseguido confundirme y no sé qué pensar.

Lo de salir a "dar la cara" embutido en una pantalla plana, señor Rajoy, de veras que no sé como interpretarlo. 

Y le aseguro que en el fondo ya me la suda, que yo solo quiero el pro, y que he optado, con la que está cayendo, por adoptar una posición de sana indiferencia y somero interés en lo que pasa. A lo español. Para que me entienda, que puede salir en todos los telediarios que usted ha robado dinero público, que no me va a ocasionar una molestia mayor que si al barça le meten un gol.


Y mira que me jode. Porque a mí me gustaría, se lo aseguro con el corazón, tener la oportunidad de tomar parte en cualquier asunto que, como ciudadano español a efectos legales que soy, me corresponda y me ataña, ya sea a términos monetarios o morales. 

Pues como la realización de cienes de AVES inservibles, o la construcción de cuarenta aeropuertos SIN AVIONES, o más directamente temas relacionados con las prestaciones a desempleados o las extintas ayudas a los estudios... Cualquier cosa, mireusté, porque da la puta casualidad que soy un chico curioso, que lee, que pretende estar informado (sin poner la tele, vamos a ser serios),y al que le gustaría tener algo que decir por tener oídos que le oyesen, usted ya me entiende. Hablo de ser político, porque como ya dijo un lejano filósofo, a buen seguro del que usted solo haya oído hablar de pasada, dijo aquello de que el humano es un "zoos politikon", un animal social, político, como quiera llamarlo.

Pero veleí que la rancia imagen que da su democracia me llena de un hastío insoportable, y he decidido no sufrir. No sufrir porque por mucho que usted se empeñe en hacer creer que me representa, NO ME REPRESENTA, porque yo no soy un LADRÓN, ni un cobarde, ni un MENTIROSO. Y como yo no soy ni ladrón, ni mentiroso, ni cobarde, el problema es suyo, y si los tribunales son parte colindante y económicamente retribuída de vuestra estulticia y de vuestra sistemática inclinación al hurto, al agenciamiento de dinero ajeno, a la gestión para su beneficio de la Hacienda Pública, allá vuestra conciencia, señorías. Allá donde los tribunales den el caso por sobreseido, allá os carcoman infinitos gusanos en vuestra conciencia y os muráis (cuando dios tenga a bien que ocurra) sumidos en los más asquerosos dolores. Por cabrones.

Y es que mira que son hijosdeputa sus mercedes, señor Rajoy, y con cuán descaro y frívola indulgencia se pasean por las pantallas propagando una inocencia más en entredicho que cualquiera de los muchos matrimonios de la Obregón. 

Y es que mira que dan pie a que la gente se vuelva loca y tenga ganas de ver vuesas cabezas colgar de cualquier pino, señoría. Es que son ustedes unos jartos de cuidao. Es que no tienen bastante con vuestro sueldazo y dietas y demás parafernalia, coño, es que no se conforman con vivir mejor que los que mejor viven de nosotros, es que encima van y se proponen hacernos burla en nuestra cara.


Llámenme antidemócrata, anticonstitucional, si lo desean, o antisistema. Llámenme si quieren tiquismiquis, o aprensivo, o simplemente loco, pero la última de Rajoy, del ínclito Presidente del Gobierno, gestionador primero de los asuntos de un país, este, que se desmembra, sí, pero de desidia, no de prejuicios. La última del señor responsable del funcionamiento de este conglomerado acrílico de Provincias mal llamado España, me parece vergonzosa, me parece de un patetismo digno de Buñuel, de un esperpento tan grande como la obra entera de Valle Inclán. Me parece tan sumamente ridículo y de tan dificultosa digestión, que tengo que levantar la voz, el lápiz, los dedos para el teclado, o lo que sea.

Mire usted, señor presidente de un des-gobierno de rateros, cleptómanos y cuarteros, señor secretario general de un partido partido en mil pedazos y emborrachado de poder y de avaricia, de "tópamí"; señor regente de un negocio en quiebra como bar sin Chicote. Mire usted, señor Mariano Rajoy, no voy a decir que yo lo hiciese mejor que usted, no por dios. Yo no, líbreseme de semejante aventura. Pero mireusté que pienso que llegados a este punto, un mono ataviado con medio millar de granadas de mano atadas a la cintura, lo haría mejor que usted. Un maldito suricato hasta arriba de efedrina, un ornitorrinco víctima de una transfusión de sangre por etanol, una libélula del arroyo de mi pueblo (Riolobos) que haya sido lobotomizada. Cualquier cosa, una piedra, un armario, la poya del difunto Rasputín, lo haría mejor que usted.

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