Bucea por KukupaPunda Productions

miércoles, 15 de octubre de 2014

Una extraña costumbre, a la que llaman: Libertad

















Y soñé ser libre, como gitanos en caravana, cual cesta de canastero portando kilos de habas
Desperté en una cornisa, mis manos, con los estigmas, de una odisea pasada.
El murmullo de las viejas, en esquinas blancas de nieve, con el rojo de mis ojos, no escampa.
Y hoy hay que ver cómo llueve, lejos de la tímida fuente que solventó más de un camino.
                                           
                                            *               *                *

Cuando es de noche me apego a la hoguera, justo en el instante en el que firmo mi esquela
Todo es de barro, hasta la escuela; donde perdí la arrogancia de tantas rotas primaveras.
Mal terminó aquel siglo. Aún lo recuerdo, no sin olfato, de la sangre que empantana el asfalto
La navaja quebró su hoja en esas piedras del campo; lo mismo que nuestra vida, en la braña tiritando.

                                             *               *                *

Antes que la libertad, prefiero perder el brazo, como perdió Valle-Inclán, su cultura demostrando.
Y vivo solo en cautiverio para librarme del mal, de esa maraña de humanos. Soy apatrida marcado.
Unos días bulerías y otros más por fandangos, he pasado de la teoría al acto sin aventarme un disparo.
En el espino he colgado, madre, las alpargatas de esparto, para encontrarme contigo, penitente, descalzo.




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