Bucea por KukupaPunda Productions

miércoles, 16 de mayo de 2012

Cap. 1X03

Hallábase Faustino especialmente nervioso aquel Domingo en que debería entonar el meloso Kyrie por primera vez en la misma iglesia donde habíase bautizado, comulgado, confirmado y nunca podría ser casado, pero eso no le importaba, pues ya estaba casado con la sacra talla de Juan de Juni, un Cristo de dimensiones titánicas y hondo patetismo y devoción que un viejo indiano del lugar entregó en ofrenda a la parroquia, también seguía profundamente excitado por la liviana imagen de esa santa como es Teresa, Santa Teresita, bajo los efectos del mdma. Día tras día iba experimentando una especie de erótica obsesión con el arte. En los huecos de las esculturas el veía genitales, en las pulcras bocas marmóreas de santas y devotas el veía todo tipo de juegos sexuales de lo más retorcidos, propios del Marqués de Sade. Aquel Domingo no lucía el sol, es mas, llovía con una fuerza más exagerada de lo normal para ser Asturias, pero vamos a lo que nos interesa: Las viejas del lugar estaban afligidas por la jubilación de Don Eutimio, mismo párroco que las dio la casó, enterró a sus maridos, las recasaron, y las mas atrevidas pasaron por la vicaría hasta más de media docena de veces, Eutimio era así, un cura obrero, un cura diferente, alejado de ese cristianismo pseudoinquisitorio, un cura que prefería vestir mono de trabajo a la basta sotana, más amigo de las tardes de mus con los vecinos del lugar a las largas lecturas sacras. ¿Cómo llegaría Don Faustino, el nuevo y jóven párroco a la eucaristía aquel Domingo de Abril? Comentábase en el ultramarinos que probablemente fuera un sacerdote jovial, cargado de juventud e ilusiones, probablemente hasta sería uno de esos que dan misa al son de su dicharachera guitarra. En el bar, los más escépticos pensaban que no dejaría de ser un charlabarato de tres al cuarto que cada Domingo les llenaría la cabeza de desasosiego.

Redoblan las campanas. Allá arriba en el campanario se ve a Emeterio tañerlas con su enérgica destreza como ha hecho durante los últimos veinte años. Las mozas han estrenado para la ocasión el vestido de gala que desde hace meses han confeccionado en la intimidad de sus cocinas, a orillas del infiernillo. Los viejos lian a la puerta de la iglesia sus cigarrillos verdes, como siempre fue tradición, gustaban de quedarse somnolientos durante el sermón. Pero el tabaco cayó al suelo, las campanas dejaron de sonar y hasta la florecilla de una niña que correteaba ante la atenta mirada de su abuelo cayóse ante la figura de Don Faustino, ataviado con bonete, larga sotana de casi un centenar de botones, madreñas negras y monóculo. Expresión severa en su rostro, bajo el brazo las sagradas escrituras, un anillo de oro con esmeralda en su mano izquierda, o al menos bisutería, que se yo. Allí estaba él, bajo palio, palio de cúmulos, cirros y estratos. A su lado cualquier monaguillo hubiérase cagado (la RAE me avala). Eso era un cura de los de antes y lo demás es tontería. Vamos, le llega a ver Franco ese día, el dia de su ordenacíón y es que...es que se corre. Pero divagaciones a parte, la gente acojonóse. Sin un triste hola, con gesto fúnebre y rodeado de un ascético aura dirigióse sin miramientos hacia la sacristía, donde se atavió con su disfraz de dar misa y se preparó un chino para ir mas seguro al altar. Costumbres de seminario. Diez minutos tardaron el resto de vecinos en atreverse a cruzar el arco de medio punto. Al toque de órgano por el viejo boticario Olegario, como siempre hizo desde principios de siglo, hombres, mujeres y niños fueron tomando asiento en sus reclinatorio. El púlpito estaba más silencioso que nunca. El incienso cubría el interior de la parroquia de misterio. Faustino apuraba las últimas caladas del chino. Dejóse una puntica para después de misa. El órgano entona sus últimos acordes. Faustino sale de la sacristía. Ojos vidriosos. Apuesto a que los pasos podríanse haberse escuchado en toda la comarca. Hasta los ganaderos más rudos del pueblo tragan saliva. Parece que hasta la talla de Cristo tuviere peor la color. Da dos toques al micrófono. No había habido tanta tensión en aquella iglesia desde la guerra de independencia, la hostia. Las viejas se hacen cruces y las manos de los más niños tiemblan cuando:
-¿Passssssssha peñitaaaahh? Bienvenidos aquí, otro Domingo, Zul ke te zul, a vuestra casa, ya lo sabéis familia, "The Lord's Home" ¡La jodida casa del señorrrrr! Aquí cada Domingo, de doce del mediodía hasta que se me ponga a mi el cierre. Ah! Y no os perdáis la próxima semana...cada madrugada..Maitines y novena del Carme Party para que lo disfrutéis! Los mejores temas del catolicismo, los mejores sermones y plegarias, los salmos más marchosos del norte. No se a que esperáis genteeeee! Flyers en la cantina de Pepe José o si no en taquilla 25 ptas. 50 con consumición a elegir entre las mejores hostias elaboradas a mano por las monjas benedictinas y el vino más potente de la Ribera del Duero!

                                                   [...]

1 comentario:

  1. Con esto nos haceis daño a los aun creyentes....esta sociedad ya no respeta nada....

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