Bucea por KukupaPunda Productions

viernes, 17 de agosto de 2012

ANGIO Y LA PELOTA. Parte II de III.

PARTE 2.

 
Quito Vilanova al enterarse de la muerte de su veinteavo gato


QUITO VILANOVA
 

Quito Vilanova era un hombre humilde y sencillo, paciente, pero inconformista. De pasado truculento, pero tenaz y obstinado. Había tolerado estoicamente estar a la sombra de Pep Desguardiola, primero en
VilARTdola Designs, y luego en la empresa de diseño gráfico Qatartalonia&Co durante los últimos 4 años. 

Quito siempre supo y tuvo el inquebrantable convencimiento de que su momento llegaría, tarde o temprano. No tuvo nunca prisa en llegar a ser el número uno. La convicción en la certeza de que llegaría a serlo, le bastó para colmarse.

Hasta ayer, Pep Desguardiola había comandado exitosamente Qatartalonia&Co. fundada por él mismo cuando marchó a hacer las américas a Estados Unidos, y fue el mismo Pep quién propuso a Quito embarcarse en tal aventura.

Juntos comenzaron hace ya 20 años en el mundo del arte gráfico. Empezaron haciendo carteles para conciertos de grupos de amigos punkis de la baja Barcelona. Utilizaban un viejo FLEXISIGN xp109,
un plóter que compraron con los pocos ahorros que Pep no había malgastado en sustancias ilegales, de sus tiempos de asesor-consejero-adjunto-consultor-delegado segundo, de una empresa de publicidad muy conocida, en la que llegó a coincidir de becario con Risto Mejide.

Hoy, Desguardiola ha abandonado Qatartalonia&Co acuciado y vilipendiado por las críticas recibidas, y Quito Vilanova pasa a ser el protagonista. Ahora los diseños los haría él mismo. A partir de ahora sería Quito el que empuñara el ratón del iMac para dar rienda suelta a sus ideas. Por fin había llegado el día que había esperado toda su vida.

Se encontraba nervioso antes de entrar a la sala para la charla de presentación ante la asamblea de compromisarios, accionistas y demás personajes del organigrama empresarial Taylorista y post-industrial.

Un segundo antes de abrir la puerta, Quito recuerdó con nostalgia aquel primer cartel que por un descuido de Desguardiola tuvo un tono magenta muy particular. 

Nunca olvidará el concierto de Sant Cugat del Vallès en el que por hacer eso, cobraron no más que la entrada y la barra libre. "¡Qué noche la de aquel día...!", pensaba Quito.

Quito aún recuerda el olor a tinta del primer taller que tuvieron (el garage de su abuela Carme, fallecida en la sémana trágica de 1909 de Barcelona); con la primera ManRolland RK-320, "una offset como ya no se fabrican", sentenciaba.


Cierra los ojos y piensa en CMYK, en RGB y en el inconfundible aroma del papel kraft, en el suave tacto del estuco, y la dificultad de trabajar con papel tisú. 


"Les princips fueron durs. Res de res...", mascullaba Quito.
 

Quito al enterarse de la muerte de su segunda mujer


Pero tras una etapa de mera reproducción, impresión y estampado, dieron el paso al diseño, por tozudez de Desguardiola, quien desde entonces, siempre fue su Don Quijote particular. 


Quito rememora durante este segundo de impass, como con los primeros ahorros de la empresa, VilARTdola Designs, compraron un Macintosh PowerBook 140 y como Desguardiola flipaba en colores. Nunca más quiso volver a saber nada, absolutamente nada, de BIll Gates, Windows o su puta madre. 

"Desguardiola siempre fue un geni", pensaba en ese segundo que transcurría lento. "Pero joder, ¡cóm le gusta el pèric...!"

Pensaba en su mentor, el cual era muy dado a probar todo tipo de sustancias psicotrópicas, las cuales, muy al contrario de producirle un efecto negativo, le dotaban de una lucidez y perspicacia inhabitual. Características -la de genio y la de vicioso- que aprovechó Quito para mantenerse siempre a su lado como mano derecha.


Recuerda Quito en ese largo segundo que transcurre antes de entrar a hacer su defensa de proyecto particular, como VilARTdola Designs pronto fue conocida en la toda la capital catalana. Y como allá por el año 2000, el Pep se empeñó en ampliar fronteras. Fue entonces cuando se compró un Power Mac 4G Cube y se fue a Nueva York. 

Quito debió entonces esperar un poco. Tenía a su madre enferma terminal de cáncer de colon y a su padre convaleciente tras un doble atropello de coche, sucedido en plena vía pública, cuando volvía a casa de un congreso por la abolición de las corridas de toros en Catalunya. También le ocurría que su hermana pequeña, Monserrat, había nacido con síndrome de Down y que su hermano mayor, Père, sufría la mortal enfermedad de ELA.


Y es que Quito Vilanova era un poco desgraciado en temas familiares.
Quito, por tanto, siguió en Barcelona con la empresa VilARTdola Designs, y el Pep se fue, jurando que algún día volverían a trabajar juntos.


Quito Vilanova recuerda ahora aquellos duros 2 años siguientes, en los que perdió a todos sus familiares, directos e indirectos, por diversas y tragicómicas causas. Su madre murió finalmente de cáncer de vesícula y su padre fue atropellado triplemente al volver de un mitin del PAC. Además, sus hermanos se suicidaron juntos en plan Jonestown, en la habitación de Quito. 


No fueron buenos tiempos, claro que no.

Quito al enterarse de la muerte de su familia


Pero ni todas las desgracias juntas hundieron la moral ni el tesón de Quito que si de algo puede presumir, es de su carácter batallador. Luchó contra todo y a todo se sobrepuso con una voluntad espartana y una fe más fuerte que los de Alcoyano. 

Hasta que de repente, un día mientras cenaba, solo, en la intimidad de su desgracia, recibió una llamada que le cambiaría la vida: era el Pep.


Desguardiola saludó y dijo: 


- Quito, ara sí, coje tot el que tinguis i vine amb mi a Los  Ángeles. M'he comprat un iMac.


- ¿Cuál? -quiso saber Quito.


- El 5, Quito, la vamos a liar. Sentenció Desguardiola en un castellano provocador.


"Estava molt drogat,
el fildeput...", se sonrió Quito. 

Los siguientes 4 años, los pasó al lado de Desguardiola, quién no se sabe bien por qué medios ni en qué lugares, había conocido a Steve Jobs, con el que pasó a tener una férrea amistad y diversos negocios. Fundaron Pixar y un lobby de animación en 3D cojonudo, que hizo que Walt Disney temiera que le sacaran de la nevera y le metieran al horno.


Se desconoce el dato, pero varias fuentes de información aseguran que Desguardiola incluso entró a formar parte del Club Bildergberg.


"Fueron quatre anys maravillots", piensa Quito.


Una melancolía especial empapó todo el segundo de memoria de Quito. Se acordaba del cementerio de Montcada i Reixac, donde todos (absolutamente todos) sus familiares estaban enterrados; y del jardín de atrás de su casa, donde había enterrado a sus 4 perros, 9 periquitos, 5 gatos y 12 hámsters, mascotas que había tenido durante toda su estancia en Barcelona. 

Evocó a su primera mujer, fatalmente encontrada fallecida en la noche de bodas. Y a su segunda mujer, tristemente malograda en el accidente del coche de novios que sufrieron camino a la iglesia. 

Desde luego Quito no había nacido para tener familia pero era perseverante y tozudo, como buen tauro.

En el inacabable segundo de flashback, Quito recordaba la época dorada de Qatartalonia&Co, en la que terminaron haciendo todo tipo de diseños. Desde camisetas a interiores de hogares. Desde fanzines hasta magacines tan reputados como el Pent House. Tenían el mundo a sus pies. 

- "The world is mine", decía el cabrón del Pep... recordaba en voz alta Quito.

También acabó reviviendo la decadencia. Quién sabe si sobrellevado por la erótica del poder, por saberse icono y figura de calado mundial; quién sabe si fue por su amistad oculta con Keyth Richards o Pete Doherty o por su innata curiosidad por probar; nunca podremos saber si por el masaje en los pies a la novia de Marsellus Wallas o por aquel cameo en un bodrio de película con Fernando Trueba. El caso es que el Pep se dio demasiado a la coca y la coca es mu mala, y si no que se lo pregunten a su paisano el rumbero. que sabe más que tú. 

Tururú.

El caso es que su carácter se agrió, y se volvió más arisco, más reservado y comenzó a realizar una serie de excentricidades que hicieron que la empresa perdiese dos de los tres grandes premios que se concedían todos los años en el universo gráfico y que venía ganando desde hace 4, Qatartalonia&Co.

Así y todo, Pep fue hábil y aún dejó su carisma y su legado en un punto cénit, y el consejo de administración pronto se encargó de proponer el cargo a Quito, quien no dudó un instante en ocupar el sitio que antes ocupaba el que, hasta entonces, había sido su jefe.

- Puto Pep. sentenció Quito. 

El segundo había pasado y detrás de la puerta se encontraba el momento que había estado esperando 47 pacientes años.

- ¡Aquesta va per tu!, Pep!


FDO: ANGIO

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