Bucea por KukupaPunda Productions

lunes, 29 de octubre de 2012

Serdrës y la flema II : ¿Para qué? La vida como empresa.


Hoy voy a escribir como en mis orígenes. Sin pelos en la lengua, con una entraña cada día mas carcomida por una vida que, vuestro apagado escriba, no logra llegar a entender por más que la estudie. Y, es que, no dejas de encontrarte en el día a día más que piedras, da igual del tamaño que sean si al final lo único que pretenden, por todos los medios, es joderte.
Todos los días te levantas con la espectativa de que el día va a servir para algo, o quedará al menos subrayado en ese interminable calendario de días insulsos y a cada cual más frío, pero ¡No!
En una sociedad de malas caras, de empujón y traba, de zancadillas y risa falsa es muy difícil darle la vuelta a una expresión permanente ya en el rostro. Si desde que nacemos son todo obligaciones, horarios, clase particular de no se que, refuerzo en no se qué historia, extraescolar y escolar, secular hasta lo insospechado. Hemos vivido una vida de eucaristías, a cada cuál más larga y angosta. Hemos sido cobayas de laboratorio con menos dignidad que una patata, a merced de toda ley, sistema y consumo. Hemos tenido que vestir a la moda y guardar las apariencias desde la cuna. El "qué dirán" ha sido, desde siempre nuestro código cargado de tabúes, prohibiciones, arraigo y desinformación. Nos han engañado y han jugado con nosotros, desde que coleccionábamos cromos hasta que estás en la cola del club de abonados al panteón. Quejarse es gratis, pero aún así se ha vilipendiado y se ha relegado al ostracismo al pesimista, pues, aún habiendo creado una sociedad de infección, odio y miedo no tenemos derecho o está criticada la queja, pues no deja de ser la expresión rebelde e innata del ser humano. Por cierto, hace tiempo que el ser humano desapareció y evolucionó en otro "sapiens" pero que cada día alberga menos sabiduría. El mundo de las apariencias. Diferentes escenas producidas y dirigidas por regidores de cada vez peor gusto. Vivimos en serie B. No olvidemos que el único patrón actual para todos nosotros es el Dinero. Sí, es una sociedad patriarcal en la que, desde amebas hemos sido educados en el más estricto prejuicio y en la comparación. Somos carne de estadística y meras mascotas de algún ojo todopoderoso que, queridos ingenuos, no es Dios, ni Virgen, ni Patria ni hostias, si no otro que el guardián del dinero (controlado por unos pocos caciques. En el ejemplo español, aunque ésto es aplicable a todos, obviamente es mucho mayor dada su condición de país paleontológicamente paleolítico).
Nacemos. Desde enanos estamos controlados por una serie de figuras dictatoriales, abusadoras y autoritarias en la mayoría de los casos. En el momento que queremos volar se nos corta las alas de aquél modo. Vivimos postrados, pero sin cesar el trabajo. ¿Trabajamos para vivir bien? ¿De verdad lo piensas? Trabajamos para mantenernos. Los que nunca tuvimos estrella, ni padrinos. Los que no comiamos paellas los Domingos en el mejor restaurante de la comarca, los que no teníamos ropa cara y los que nos hemos rodeado por los cuatro costados de humildad y modestia no es que viviésemos bien. Los que hemos visto a nuestros padres desesperados hasta las tantas haciendo cuentas para que todo salga bien y no en casinos o en putis dejándose el dinero, etc. Pero que me suda la polla, que es más que evidente. Que es más que evidente que unos nacen con estrella y otros nacen estrellados. Pero que lo que me consuela es que los de la estrella tampoco son más felices con su dinero. No. Nadie es más feliz. La vida no está diseñada para la felicidad. ¿Optimismo en el S.XXI? Utopía. O tontería.
Es un mundo de desconfianza, de falsedad. Hay en lugares, como en éste pérfido lugar, en los que la envidia es un deporte y en los que, las buenas personas, las puedes contar con los dedos de una mano. Hace tiempo que la fe dejó de tener sentido. ¿La cultura? Está en tierra de nadie y nadie la cultiva, porque nadie está en potestad de seguir mancillándola. Los que creamos somos cuatro y se nos tacha de locos. La moda reside en lo nefando, en lo bizarro y lo nauseabundo. La moda del siglo veintiuno es el Kitch. Todo se banaliza, nada se respeta. Te manchas las manos y te dejas el cuerpo en cosas que nunca van a pasar a la historia ni nunca van a salir más allá de tu barrio y tu triste nómina a la que duele mirar a los ojos.
La pálida dama, además, está siempre ahí acechante, como llamando la atención.
La ignorancia no es mala, no lo considero para nada así. Al menos, la ignorancia sana en la que vivían nuestros antepasados, pendientes de una vida eterna, de unos códigos, de unas oraciones. Una vida de espera para la liberación del alma, un tránsito, pobre e ignorante pero feliz. Ahora seguimos siendo tanto o más ruines que antes, pero regados por una ignorancia cruel. La ignorancia del ojo por ojo, del dolor extremo con, además, la desidia y especticismo por bandera.
¿Soluciones? Anda que si filósofos no han intentado dar vueltas a la psique humana. Si psicólogos, psiquiatras y expertos de todo ámbito no han sabido encontrar respuesta alguna en milenios, menos yo, un mero resentido con esta podre sociedad, va a transformar nada, y menos con odio en el envés de la lengua y una mente llena de genocidios fantasy. Mi única solución es "Raï", es haz lo que quieras, es lucha por tus principios y verdadera identidad sin importar las voces que te rodean, procedan de dónde procedan. Muchas veces son las palabras mágicas: "Es lo mejor para ti" ¿Y quién cojones lo sabe? ¿Lo mejor de qué? ¿Qué es lo mejor en un mundo en el que aún no sabemos distinguir entre el bien y el mal? Y fariseos varios se creen con el poder de juzgar acciones. Mundo de críticas infundadas. Senda en la que encuentras duendes varios. Unos te van a criticar, otros te van a adular, otros sólo te quieren por el interés. Algún día, aún, encontrarás un atisbo de bondad. Pero "Raï", ante todo. Recuerda que de pequeños queríamos ser alguien, pero según vas creciendo y conoces a alguien resulta que es nadie, y nadie puede triunfar en un mundo de perdedores. ¿No vivimos en estadística? Hostia, el Tercer Mundo es nuestro MUNDO. Fuck. Tomáos una birra y reflexionad si ésta vida merece tanta prisa, tanto quehacer, tantas fatigas y disgustos, piensa si en realidad tienes que molestarte en algo que no tiene solución. Vive tu vida como quien crea una obra de arte, haciéndola cada día más original y extravagante, educada pero irreverente y olvidando los postulados del "Reaccionarismo ilustrado". No llores nunca porque eso no va a solucionar tu problema. Tu problema es el mundo. Tu problema eres tú. Deshazte de ti y se simplemente tú. Tal y como eras con dos o con dieciséis años. Que no te cambien porque no vas a dejar de ser lo que parió tu señora madre.
No soy nadie para dirigirme a ti, pero menos lo es un político, menos un párroco y muchísimo menos un policía. Ellos no van a velar por ti. Por ti vas a velar tú. Tú y tú. Así que un poco más de ego, y lucha contra la vida como empresa, lucha por la vida como vida, como tú momento y no el de los demás.
Os diría que Carpe Diem, pero está muy oído. Os digo RAÏ.

FDO: SERDRËS

No hay comentarios:

Publicar un comentario