De alguna extraña manera

Buenas tardes, familia. No tengo nombre, pero en mi poblado me llamaban "tú". Nací dentro de una cueva, no me preguntes dónde, ya que en mi mundo no existe la geografía. Vamos a ver, yo no se leer ni escribir, de hecho no sabía que existía nada de eso hasta que llegué a Londres. De alguna extraña manera, yo, que había nacido unos cuántos siglos por delante de ese tal Cristo que tan famoso se hizo para vosotros...me presenté en un poblado descomunal, lleno de gente ataviada con extraños ropajes descuidados, ya no eran de piel. Ese lugar, tan escandaloso se llamaba Londres, y he de decir que son una raza de lo más extraña. Por ejemplo no cazan, sino que tienen la comida en unas cuevas muy raras que las llaman "supermercados" y la gente va a allí a comprar la carne con una cosa, no se muy bien como explicarlo, que se llama moneda, y un conjunto de monedas y unos papelitos verdes y muy arrugados que llamaban billetes, forman el dinero, y el dinero...creo que es la mayor lacra que han creado mis tataranietos. Ese invento del deminio ha servido para destruír la relación tan buena que teníamos...parece mentira...en mis tiempos todos cazabamos alegremente sin importarnos la lluvia o el mal tiempo mientras nuestras mujeres se quedaban atendiendo a nuestras crías y nuestros hijos recolectaban algo de comer...pero no...ahora no...ahora..¡Trabajan! El trabajo es lo que más me sorprendió de la nueva Tierra. Resulta que ésta gente...se mete en unos cubículos de piedra gris durante algo mas de 8 horas (por cierto, las horas y los minutos, un concepto muy novedoso de esta gente, si es que están locos..en mis tiempos eso era impensable) pues a lo que iba, resulta que se meten a hacer algo que llaman trabajar, y es deslomarse haciendo algo que ellos conocen..a cambio del famoso dinero. Parece que ésta gente sólo se mueve por esto. Por una moneda son capaces de vender a su madre y de quitar la vida a un hermano. Yo he visto hacer verdaderas locuras por dinero. Yo fui al Londres del S.XXI con motivo de una exposición sobre arte prehistórico, pero no pienso volver jamás. ¡Por favor! Se vive infinitamente mejor en mi acogedora y recóndita cueva. Yo me quedo para siempre en el neolítico. ¡Quedaos vosotros con vuestro alocado S.XXI!