Bucea por KukupaPunda Productions

jueves, 27 de marzo de 2014

Tauromagia (NO oda a la Tauromaquia)



Islero descansa en el retablo del olvido. Adelinda, Mario y los niños reservan su plaza
En la plaza no nieva ni hay petunias. Maestranza: Obligatorio tatuaje de raza, de garra.
En el chiquero rezan, imploran, en casa del palio tan rara venganza. Contra la fauna.
De sudor, sangre y arena, cal y demás sustantivo invitado a la chanza.
Mario no otea horizontes, el burladero salpica intenciones nefandas. Welcome, su eminencia.
Querencia del bravo que ve la sombra, redoble de campana afilada y sincera. La banda.
A las cinco, como Ignacio, pero sin tanta agonía, el volapié es para res (dicen) eucaristía.
La escuela de Tauromagia, regente el Señor Conserva, que lee mucho y cita a Cervan
pero es notario de esquelas.

Coriano, Barbudo, Barbero, Bragao, Gallardo y Girón. No tienen calle, ni seguidor.
A porta gayola han castrado la gloria de viento sur. Tauromagia cito en tiniebla, cual Caravaggio.
Es disciplina, muleta en Castilla como de pillo el janró. Bendita santa bendición la del buen picador.
El zancudo ya esapanta el mosco, hecho de nanche o manzana. Lo global como blasón.
Ranchera reza saeta, y es cuando gatos monteses bailan a contrapás, el paso, si es doble, mejor.
En el albero el arpón inerte tiembla, sabe que el pitón no entiende de ¿Arte? ni de ¿Cultura?
Noble el oficio de matador, cuando el tuerto se ríe en el país de los ciegos, cuando acecho.
Se antoja el estoque goma en torno a brasa, se dice de él en el ruedo que es pa becerros.
Qué morro. Yo también quiero. Yo también quiero la gota que colma el fondo del cenicero.

Y si Ramillete, Fristol, Avispado, el Vitola, Monín y Burlero levantasen el vuelo.
Y si Adelinda no busca la hombría basta. Se vuelve de arena, el cielo. Es un complot.
El águila amiga herra yugos y tira de cuádrigas en el tendido, hora cero.
Y de velorio en la casa, y la angustia en tinteros de los diarios, de Lucifer. Cornada, top ten.
En tenebrosos establos reside mi luto, mi alivio ya ciego. Las Ventas, mausoleo.



De Sergio Robledo, Serdrës, en el 14º año d. Iphone

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